Es probable que las vejaciones y destratos sufridos por la Sra. Ada Ghiara, de 88 años de edad, a su llegada al Aeropuerto de Barajas (o al que fuere, la locación poco importa) y su inmediato reembarque de regreso al país luego de más de 8 horas de incomunicación, sean muy pronto olvidadas.
Este lamentable y vergonzoso incidente me hace recordar y reflexionar y, al hacerlo, preguntarme, ¿cuanto tiempo tardamos en aplicar un mínimo de reciprocidad a los viajeros estadounidenses que deseaban visitar nuestro país? Hablo de un mínimo porque las exigencias de uno y otro lado no se corresponden aún al dia de la fecha, a diferencia de lo que ocurre con Brasil.
¿Ocurrirá lo mismo con España?. Este no es el primer caso y seguramente no será el último.
¿Llegará el momento en que este país de "sudacas" les haga poner las huellas plantales previo a su ingreso a los recientemente diplomados europeos?
El descargo que con total desparpajo emitió un...¿diplomático? de la Embajada española es lamentable. Ellos mismos, en este mini argumento de un renglón, (ver Clarín del día de la fecha), admiten graves fisuras y discrecionalidad en la aplicación de la normativa vigente.
"No tenía en su poder la carta de invitación de los hijos. Si la hubiese tenido podría haber ingresado sin problemas, a pesar de que no reunía la cantidad de dinero suficiente para estar el tiempo que dijo que iba a estar", sostuvo este pichón de ...diplomático.
Quienes hemos lidiado con estos temas de frontera y migraciones sabemos que no es así y que, si nuestras autoridades, en lugar de perder tiempo presentando batallas a la Iglesia, a Clarín, a los medios y/o a cuanto enemigo encuentran y/o fabrican, se dedicaran a asistir y protejer a sus connacionales ante quien fuere, donde fuere y en todo momento, este hijo de mala madre, policía de civil que se permitió insultar de la manera que lo hizo a una anciana en silla de ruedas, cuidaría mucho más sus palabras y sus actos. No lo hace porque sabe que goza de la impunidad que el propio Gobierno Argentino les otorga.
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